miércoles, 20 de enero de 2010

COSAS QUE HAN QUEDADO FLOTANDO




Hemos buscado investidas hechicerías de ánimo y marginalidad de lo que sentimos en un ejercicio de fragmentación. Desde la propia esclavitud o mito de transformaciones lastradas, vinculadas, a islas de la oscuridad donde las historias una vez en la tarima de la razón cambiaban.
Nuevamente, lo que dejamos de ser vuelve en los párpados de otros sueños. Y una entrada por encima de los pecados y la frialdad aparece entre la muchedumbre, entre los ajustes de esquinas que la mezquindad nos otorga.
Inclinada y polvorienta puerta, que no es distancia como pensábamos o belleza limitada a los sentidos neutros entre cuerpos. Cuerpos que sólo existen como evocaciones arrugadas de estados sólidos, como sexo pasado y sometido ya a la dureza de pasos por distracción.
Los que nos siguen son sombras, espejos que no encuentran reflejo, memorias de curvas que aún buscan dentro de nosotros los mármoles del movimiento, si algún otro destierro concuerda.
Pero un espejo no es un fondo de la noche al que las miradas inmutables conceden la intensidad del mar. Quedan los signos que ha ido dejando la posesión de espacios orillados dentro de un abrazo insoportable. El tacto que aún quema tras el roce de energías duales como luces más abiertas o ráfagas de simetría en la inconsciencia.
O meros desgarros de la conformidad tangente.
Un poco de ese cielo es posible todavía. Si quieres.

1 comentario:

  1. Quiero y deseo cielo...pero las sombras me persiguen de vez en cuando...de cuando en vez, pero esta vez las sombras me trajeron hasta ti, y no hay caso, no he logrado safarme de tus palabras...dicen lo que no se decir...son perfectas...creo en el destino.
    besos

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