jueves, 4 de marzo de 2010

LA MATERIA OSCURA


Hay hallazgos tardíos. Cuando todo lo que merece la pena vivirse con intensidad parece deshacerse en el pasado. Cosas que uno piensa que deberían haberse encontrado antes. Cosas por las que quizás merece la pena ir viviendo un poco más.

Descubrí las obras de video-arte de Bill Viola una mañana de domingo en la galería Thyssen de Madrid. Fue como si un velo cayera de mis ojos y de repente pudiese atisbar a través de la quinta dimensión. En pantallas con forma de espejo montadas sobre altares, los videos de Bill Viola mostraban puertas que se abren entre realidades paralelas y transformaciones de seres humanos en personajes de sueños.

Los peces no tienen consciencia de que viven en el agua, para ellos el agua está vacía y el aire tiene la solidez de la muerte. Al final, todos vivimos inmersos entre la materia oscura que se expande con el Universo, sutil, interminable, y terminamos por volver a ella como partículas de nada.

Hay personas que tienen sueños lúcidos y controlan sus incursiones en ese otro mundo donde el espacio y el tiempo son irrelevantes pero donde los sentimientos penetran con la fuerza de un latido infinito. Los hay también quienes viven dentro de  los sueños, los que sufren alucinaciones. A diferencia de los que experimentan sueños lúcidos, los  que sufren alucinaciones no saben que son alucinaciones; sueños y materia han pasado a ser una misma cosa y están convencidos de que los pensamientos de los demás habitan en su mente.

En algunos videos de Bill Viola, hay seres que se aproximan con extrema lentitud desde un fondo oscuro a una cortina de agua. Cuando sus manos y sus rostros atraviesan esa barrera, se iluminan con los colores de otra realidad. Por un instante, vislumbran un mundo distinto al de las penumbras en que ellos existen. Acostumbrados a vivir en las sombras, la luminosidad de esa otra realidad les provoca temor o rechazo y terminan por regresar a su oscuridad.

En la novela, Meltmoth el Errabundo, del clérigo Maturin, el protagonista experimenta también esa especie de mito de las cavernas. Mediante un pacto con el diablo consigue alcanzar los doscientos años. La prolongada existencia aumenta su conocimiento del mundo, de los seres humanos, le permite vivir toda clase de experiencias. Pero el resultado sólo le acarrea sufrimiento y termina por buscar a otra víctima a quien poder pasarle la maldición.

Quizás este mundo es demasiado imperfecto para vivir existencias muy largas.
No sé. Contemplo delante de mí una grisura como la cortina de agua ennegrecida que afrontan los actores de los videos de Bill Viola. Y es únicamente en mis sueños donde puedo atravesar esa barrera. Sueños donde el pasado y el presente son uno y nada muere para siempre.


Our silence must never become an epidemic
Because then we lived and died in vain
(POEMS FOR AFGHAN WOMEN)




Página oficial de BILL VIOLA:
                           
 

4 comentarios:

  1. Holita Intimista! Las obras de Viola remueven, generan todo, menos indiferencia. El transitar divesos estados de consciencia, de la luz a la oscuridad, viceversa, es necesario para cualquier artista(a Viola le tocó afrontar la muerte de sus padres) ya sea que permanezcas en ella o realizes incursiones. Los monjes tibetanos acostumbran habitar en cavernas durante 6 días, como forma de hallar la iluminación.
    El arte está adherido a nuestro desarrollo interior, y todo lo que vivimos aunque no le encontremos explicación y sentido tiene que ver con ello. Todo llega justo a tiempo, aunque nos parezca lo contrario y nos genere ira o su contrapartida: una profunda tristeza.
    Como decía Hardy, al cual adhiero "En esta época todo el mundo parece tener talento pero realmente quienes me importan a mí y me merecen tal distinción son aquellos que permanecen en la oscuridad", por eso te envió un besote grande. Nos vemos.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Melody. Es fantástico que también conozcas a Bill Viola y que te sientas atraída por su arte. Desde luego, para mí es un mago.
    Hay veces en que siento que una parte de mí vive en la oscuridad. Y, sin embargo, no es un zona desierta, sino que es la parte desde donde nacen las tormentas más intensas de mis sentimientos.

    ResponderEliminar
  3. ¡Buenísimo Viola! también lo he visto en el Thyssen... ¡Qué manera más "espectacular" de describirlo. ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  4. Gracias, con retraso, Pilar. Tus álbumes de fotos son tambien espectaculares. Besos...

    ResponderEliminar